Y LA CULTURA EN PASCO ¿QUIÉN PODRÁ DEFENDERLA?
Dos cosas, sobre cultura, han marcado definitivamente la semana que pasó. La primera, el uso de zonas con valor cultural para propaganda de los políticos, caso de las casonas antiguas de la calle Lima; y, la segunda, la fuerza económica en contra de una institución cultural como es Cobrizo Minero.
En nuestro primer punto debemos señalar que así como los políticos, por ganar votos, hacen uso de bienes con valor cultural - incluso, hace meses se hizo pintas en un mural artístico - igualmente estos deberían anunciar dentro de su plan de gobierno que se hará por la cultura, identidad y arte al llegar a un sillón de gobierno.
Anteriormente, ya habíamos dicho que la cultura ni siquiera es la quinta rueda del coche en los planes de los políticos. Hoy con ese tipo de acciones nos corroboran su pensamiento anticultura.
En el segundo caso, y desde mi punto de vista el que más causa indignación, es saber que a la empresa privada en Pasco no le interesa más que seguir aumentando su bolsa de ganancias inclusive si esto significa derruir, destruir y anular una institución cultural que generaba oportunidades de vida a chicos y jóvenes y le daba un valor diferente a nuestra escasa identidad cultural.
Es cierto, legalmente la empresa Cerro Sac tiene todos los derechos de la propiedad. Eso lo conocemos, e hidalgamente el director de Cobrizo lo reconoce. Pero, de los millones de soles generados para sus bolsillos, por la explotación de nuestros recursos (de todos los peruanos) cuanto se ha invertido en nuestra sociedad, sobre todo en cultura como lo hacen otras empresas. Un ejemplo: EDELNOR revalorando el patrimonio cultural de varias ciudades.
Por qué no tener sensibilidad y responsabilidad social para tomar una acción completamente legal, si Cerro Sac sabe que hoy en día las empresas deben estar comprometidas y creando valor agregado para las zonas donde operan. Les falta leer y poner en práctica conceptos como ciudadanía corporativa.
No vengan con el cuento de que ayudan a la educación, como un candidato a la región y ex superintendente de esta empresa pretende vender, señalando que se gastó en el pintado de una institución. Filantropía hay en todos lados, darle un juego de camisetas a una institución deportiva no puede pasar como responsabilidad social, igual pasa con el pintado de esa institución.
Aquí no existe atropello como algunos dicen, aquí lo que existe es una empresa indiferente por ayudar en el desarrollo de una sociedad del cual ellos son parte. El desalojo, para seguramente la demolición de la casa de Cobrizo, no significa abuso. Significa, darle una estocada a la endémica vida cultural pasqueña. Algo que esta empresa (y gobernantes de turno) no tiene ni ápice de entendimiento de lo que es.
Señores de Volcan, propietaria de Cerro Sac, ustedes saben cuánto le deben a Cerro de Pasco. No es necesario enumerarlo. Prosigan con su acción legal, pero a la vez ustedes deben aportar con esta sociedad, no por caridad sino por justicia social.
Escrito por
Comunicador social. Editor cultural en el diario El Minero de Cerro de Pasco, la ciudad más alta del mundo.