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PLUMA PASQUEÑA, GANADORA EN CONCURSO NACIONAL DE CUENTOS

Publicado: 2013-12-16
Giancarlo Elio Morales Pérez es un joven escritor y poeta que hoy trae un lauro a las tierras pasqueñas. En sus venas corre sangre literaria, nieto del maestro Cesar Pérez Arauco, pero con luz propia, es un nuevo referente de nuestra urbe cultural. En el concurso nacional de cuentos “Solo 4” del diario Correo de Huancayo, ocupó un dignísimo 3 lugar entre cientos de narraciones presentadas, con el cuento “Arena”. Aquí su voz:

Hola Giancarlo. Bienvenido al Minero Cultural. Es una grata alegría saber qué hace poco se hizo el pronunciamiento de los ganadores del Concurso Nacional de Cuentos “Solo 4”, el suplemento del diario El Correo de Huancayo, y tú ocupaste un digno tercer lugar de más de 300 propuestas presentadas. ¿Cómo recibes esta distinción?
En primer lugar quiero agradecer al diario El Minero y por supuesto a El Minero Cultural por darme la oportunidad de publicar en sus páginas mi novela. Recibí la noticia directamente de la pantalla del computador y me sentí emocionado. Después de mucho tiempo me atrevía a concursar en un certamen de esas características y me fue muy bien. Tengo que agradecer la terquedad de mi mamá, Aída Pérez Santiváñez, que prácticamente me obligo a enviar el cuento al concurso.
“Arena”, es el título con el que eres uno de los ganadores de este certamen literario. Nos haces aterrizar fuera de todo lo leído en Pasco y nos trasladas imaginariamente a una guerra de hace más de 100 años. ¿Cuál fue tu inspiración?

Uno de los libros que más me impacto en mi niñez, sobre la guerra del Pacífico, fue definitivamente La Columna Pasco. Uno de los mejores libros que escribió "El Shisha" - César Pérez Arauco. El sacrificio de unos hombres por una nación que aún no terminaba de construirse, y la verdad es que aún no termina de construirse. Para mí esa guerra, la que comenzó en 1879, con Chile fue el inicio de la construcción del Perú como nación.  

El Perú siempre pasa por esas hecatombes cada 100 años más o menos, recordemos el estallido de la rebelión de Túpac Amaru II en 1780, casi cien años después la Guerra con Chile, 1879, y en 1980 un siglo después el comienzo de la guerra interna, el inicio de la lucha armada de SL. Sin embargo, hay un vacío en todos los libros de historia, siempre se habla de los partes de batalla de la sangre que corre en el suelo pero nunca se habla de las madres, de las viudas que quedan en casa, por eso yo decidí escribir sobre una madre que recuerda y espera por su hijo que ella sabe en el fondo no volverá.

Imagínate la enorme y eterna congoja de esa mujer, nunca más volverá a ver a su hijo. No le queda absolutamente nada y en el cuento doy a entender mediante un símbolo esa terrible situación.


Por lo leído en tus letras hasta ahora, y no solo en “Arena” sino también en la novela en partes que publicas con el diario El Minero, haces mucho uso de las relaciones entre familia. Amor y desencuentros entre padres e hijos. ¿Algo que te motive a ello, o es un elemento circunstancial que inconscientemente se han juntado en tus escritos?

Creo que esa ruptura se da en todas las relaciones de padre a hijo, creo que en la mayor parte de tu infancia y tu adolescencia ellos viven protegiéndote del mundo. Te dan una versión de la realidad desde su punto de vista, pero no es la realidad.  

Desencuentros creo que tenemos todos los días, es más nos hemos inventado las redes sociales para que no nos encontremos, para desencontrarnos.

Revisando tu poesía también exploras y explotas estos temas. No en todos claro, pero nos parece que involucras demasiado los sentimientos profundos hacia algo en sí.

Esa constante búsqueda de la humanidad, cuando escribo poesía o narrativa en realidad estoy buscando algo, algo dentro de mí o lo que queda de realidad dentro de mí. Hace mucho me preguntaban qué significaba escribir y siempre he tenido esa alegoría un tanto escatológica: emborracharse de vida. De todo lo que implica esa palabra, pero como el cuerpo humano no aguanta tanto alcohol, tanta realidad, entonces terminas vomitando textos.  

A veces, también, me dicen "debe ser bonito escribir" y la verdad es que no, porque a medida que vas escribiendo te das cuenta del enorme vacío que rodea la existencia humana, incluso te comienzas a cuestionar el hecho de la escritura, ese ejercicio amplio y eterno de reinterpretación de lo que somos, de lo que fuimos.

Retomando el concurso y “Arena”. Imagino que este logró significará tu presencia con mayor fuerza en el urbe literario. ¿Cuáles serán tus siguientes proyectos? ¿Te internarás de lleno en la narrativa o vuelves a tus inicios, o sea, a la poesía?

Lo poco que he conocido del mundo literario nacional es un 90% de farsa y apenas un 10% de literatura de verdad. Conozco escritores muy pésimos que están en la palestra pero están ahí porque son la farándula. Van a todos los recitales, se hacen amigos de los editores y terminan publicando un poemario cada 5 meses pero son libros que no valen la pena leer. El otro 10% está ahí escondido y cuando lo encuentras te sorprenden demasiado.  

En realidad he vuelto a mis inicios yo siempre he escrito narrativa, cuando conocí a los ENEENE fue que comencé a experimentar con la poesía. Creo que mi proyecto es terminar la novela que entrego todos los viernes en el Minero Cultural y sentarme de una vez a hacer un poemario que no sólo sean poemas sueltos escritos en hojas extraviadas.

Giancarlo, cuéntanos de ti. Mucha gente en Pasco no conoce a nuestros escritores o simplemente, todavía, ven a autores de antaño. Lo que no está mal, pero tú ya perteneces a una nueva generación.

Nací en 1985 en plena guerra, menos mal no había TV pero si muchos libros en casa y acá ando perdido en este bosque.  

Ni tan nueva generación, ENENE ya cumplió 10 años. Un grupo de poetas que nunca leían poesía. Que nació para que en esta ciudad dejemos de ser forenses. Todos los escritores pasqueños antes de nuestra aparición eran forenses, siempre hablando del cadáver de Cerro de Pasco nuestra ciudad zombie, nuestra ciudad gangrena, pero ya basta. El crimen lo cometieron todos por abandonar su ciudad y dejarla a merced de las maquinas. Nadie pensó en nosotros, los que veníamos, así que nosotros no pensamos en los que ya se fueron. Sin embargo, hablamos del tema sin hundirnos en la nostalgia. Y como es tradicional en Pasco los viejos dan la espalda, pero lo que ellos no saben es que nunca nos ha importado.

Haces periodismo lo que te acerca mucho a las letras, aunque en nuestra tierra ser periodista no signifique cercanía con la literatura o poesía, sino simplemente radio. Lo peor aún ni siquiera hay una atisbo de escribir, de redactar, y si se hace, es una pena, pero la escritura parece de un nivel de educación primaria.
Triste realidad que se vive en todo el país. Acaba de salir los resultados de la prueba PISA y ahí vez reflejado la terquedad del Estado por no proporcionar mayores presupuestos y mejor inversión. Allí tienes el resultado de un gremio magisterial que sólo piensa en sus intereses y que le tiene un enorme miedo a los exámenes. Inaudito son trabajadores intelectuales trabajan con su mente, pero no, no quieren estudiar, ni actualizarse por eso le tienen miedo a las pruebas.
Giancarlo esta entrevista es un primer acercamiento contigo y con tu trabajo. Ahora se lanza un concurso en nuestra tierra, ¿De todos modos, participas con otro cuento?
Sin duda, y sé que este concurso que lanza El Minero es una iniciativa que nos traerá sorpresas. Estoy seguro que en algún lugar de Pasco, en algún colegio, hay alguien escribiendo y de una forma magnífica.
Un gusto charlar contigo. Un mensaje a la gente pasqueña, y creo, sobre todo, a los jóvenes. A propósito, cuál es tu visión de la política en general.

Es imposible que exista una democracia de verdad, en medio de un sistema capitalista salvaje. Es por eso que a pesar que Fujimori y su mafia están en la cárcel, el sistema sigue siendo criminal. No se piensa en el ser humano, sólo en el consumo y en el mercado. Por ejemplo: El proxenetismo. Por qué existe ese flagelo, la respuesta es fácil, el mercado lo quiere así, hay un mercado para la prostitución y no importa cuántas mujeres pierdan su dignidad o cuantas niñas sean secuestradas por los tratantes de blancas. Ese flagelo seguirá existiendo porque en nuestro país no gobiernan los humanos, gobierna el mercado. 

Un mensaje final para todos los que nos leen en este momento… Ya dejen de decirle "Soldado Desconocido" a ese monumento. Su verdadero nombre es: Monumento a la Columna Pasco. Y eso le digo a todas las personas, incluso a las autoridades he escuchado que le dicen Soldado Desconocido. Ignoran la enorme historia que hay detrás de ese monumento que el Municipio de Yanacancha jamás limpia, es más una vez lo pintaron de un huachafo color dorado.

Gracias por la entrevista hasta otra oportunidad y sigan leyendo El Minero Cultural todos los viernes.


Escrito por

Ricardo Ibraghim Villar Ruiz

Comunicador social. Editor cultural en el diario El Minero de Cerro de Pasco, la ciudad más alta del mundo.


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